Nuestros músculos, cartílagos, ligamentos, piel, cabello y uñas están básicamente compuestos de proteína, que se constituye en cadenas de aminoácidos.
La hemoglobina, los anticuerpos, ciertas hormonas (como la insulina) y las enzimas son también proteínas.
Todo ello hace que el consumo de estas cadenas de aminoácidos no sólo sea vital como aporte de energía sino también para la reparación de tejidos, la oxigenación del organismo y el sistema inmunológico
Por eso, si nuestro organismo no obtiene la cantidad de proteínas que necesita, empezará a lanzarnos señales de alerta.
Usualmente se recomienda comer entre 0,7 y 0,8 gramos de proteína por kilo de peso. En ese sentido, un hombre de 80 kilos, debería consumir 64 gramos de proteína al día.